El final de la séptima y última temporada de Juego de Tronos ha llegado para poner patas arriba las redes sociales e instaurar el caos entre sus más fieles seguidores. ¿Decepcionante o suficiente? Con una trayectoria que ha levantado más quejas de las que los dos años de rodaje y la expectativa generalizada del espectador anticipaban, esta última temporada en una de las más grandes series de HBO ha sido más criticada que alabada.
Pero, ¿qué hay del último episodio? ¿Ha cumplido las mínimas expectativas de los que guardaban un mínimo de fe, o ha dado la razón a los que insinuaban que el guion flojeaba y la trama decaía y no se sujetaba por ningún lado?
Lo cierto es que ha habido un poco de todo, porque en el público hay un poco de todo. Hay más exigencia en el criterio de algunos que en el de otros, al igual que hay un personaje favorito y un deseo para su trama para cada espectador, así que las redes están bastante divididas.
En Martalti Moon, destacamos algunos de los momentos más impactantes, emocionantes y sorprendentes del capítulo basándonos en la experiencia propia.
1. La muerte de Daenerys.
Tras una larga temporada de escuchar a Jon Nieve declarar su amor y lealtad a su reina y, por supuesto, tras una destrucción masiva de la ciudad a la que Daenerys prometía proteger, vemos en él algo de acción, rebelión y regreso a sus principios. Si no hubiera leído el típico spoiler que circula sin aviso por Twitter, hubiera apostado que la espada en el pecho de Daenerys pertenecería a Arya, así que me ha parecido un detalle con suficiente fuerza como para formar parte del final de la trama que no fuera así. Al fin y al cabo, Jon Nieve no es Targaryen más allá de su apellido, y su manera de demostrarlo es parando los pies a la amante que amenazaba con acabar con el pueblo bajo el pretexto de ser libres.
2. La reacción de Drogon.
Tal vez uno de los momentos que más he disfrutado y con los que más me he emocionado: esa bestia buscando venganza y justicia por la muerte de su madre, casi consciente de que quien le quita la vida no es Jon Nieve, sino la lucha de poderes que ha acabado con tantas vidas. Fundir el trono de hierro es la forma más bruta y cruda de quejarse sin palabras por la batalla que acaba clavando un puñal en el corazón de su madre. Además, la lealtad que muestra al atraparla entre sus garras y alzarla al vuelo con él es simplemente emocionante.
3. Hablando de animales... ¡Fantasma!
No creo que a nadie le quedara un buen sabor de boca tras la fría despedida entre Jon Nieve y su lobo hace ya unos cuantos episodios, así que el reencuentro vuelve a cautivar y enternecer. Fiel amigo sin importar el lugar ni el momento, algo a agradecer.
4. El punto y final para Jamie.
Por si Brienne no me había dado ya motivos suficientes para seguir a su personaje con ganas y admiración, roba una escena para dar un último paso altruista por la persona que, a pesar de haberle abandonado, estuvo con ella en su estado más real y reformado. Escribe el final de Jamie, nombrando sus batallas, sus victorias protegiendo al pueblo y, cómo no, su muerte más esperada y amarga. Brienne transmite todo lo que se puede transmitir, a pesar de contar con una simple pluma en la mano.
5. La dimisión de Tyrion.
Si hay un personaje que no ha dejado de gustarme jamás, ese es, sin duda, Tyrion Lannister. Tiene un poco de todo lo que mueve esta historia: el ingenio y la inteligencia para llevar un pueblo como consejero, y la emoción tan real que, a pesar de separarle de las ideologías de sus hermanos, le acerca a ellos por su vínculo familiar. Sus lágrimas al encontrar sus cuerpos no sorprenden, al igual que no sorprende la valentía con la que abandona a Daenerys con su muerte anunciada a las espaldas.
"Liberé a mi hermano y usted masacró a la ciudad."
6. El trono.
Bran se queda el trono, algo que no barajaba entre mis opciones a la hora de apostar. Pensándolo bien, me parece un buen y justificado movimiento. Para reinar hay que conocer al reino, y nadie lo conoce tan bien como Bran. Aun así, estoy increíblemente satisfecha por el equipo de consejeros con el que se rodea. He sentido como si los primeros días de primavera me atraparan en ese invierno tan oscuro y frío, y he disfrutado de los primeros movimientos con poder, los primeros planes y discusiones... Tal vez la falta de amenaza inminente lo hace todo más satisfactorio, relajado e incluso encantador. En todo caso, me parece bien salvado.
En cuanto a Sansa, Reina del Norte en su propio reino, tengo poco más que añadir. Lo he dicho todo: Sansa, Reina del Norte en su propio reino. Me pongo en pie a aplaudir. En esta última temporada, y tras todas las amenazas a las que ha tenido que plantar cara, ver a Sansa en el trono era uno de mis deseos. Gratamente cumplido.
7. El final.
La escena más destacable y emocionante ha sido, sin duda, ese final repleto de paralelismos entre los cuatro hermanos y cómo cada uno de ellos acaba encajando como una pieza de puzle donde siempre, o por lo menos desde el principio, han estado destinados a estar.
El regreso de Jon al muro, la marcha de Arya a descubrir lo desconocido y ambos reyes, Bran y Sansa, dando sus primeros pasos en el trono... increíble de ver, acompañado por una melodía que lo hace todo todavía más especial y con un sabor innegable a despedida.
8. ¿Y más allá de los créditos?
Me quedo con ganas de seguir los pasos a Arya descubriendo el mundo y enfrentándose a él con esa valentía con la que siempre danza. Además, y puestas a pedir, me encantaría ver cómo manejan el poder años más tarde los Stark.
9. Visión general de la temporada una vez acabada.
Es difícil tener una opinión coherente nada más acabar la temporada por el simple hecho de que la emoción todavía me mueve, pero voy a dejarme llevar por ella y escribir desde donde más honesta puedo ser. Sí que creo que han habido cambios de guion y construcción de personajes demasiado bruscos y poco justificados, pero a todos ellos les he acabado encontrando una metáfora con la que satisfacer mis necesidades como espectadora con expectativas y terminar aceptándolas como buenas.
¿La muerte de Cersei? Aplastada por el poder que tanto quería por encima de todas las cosas, incluso su vida en ese último instante de agonía.
¿La recaída de Jaime en los brazos de su hermana? Nada sorprendente, teniendo en cuenta que en esta temporada todos han vuelto o bien a sus orígenes o a sus destinos más obvios o elegantes. La evolución de Jamie queda completamente arrasada, pero su vínculo con Cersei nunca murió como para abandonarlo sin cuidado alguno con la guerra inminente.
¿La locura de Daenerys? Me ha gustado. Es una crítica social, al fin y al cabo. El poder te vuelve loco, verte solo te vuelve loco, perder a tus grandes apoyos te vuelve loco, la avaricia te vuelve loco... y tener un dragón te permite derrochar la locura, incluso si con ella te llevas por delante todo aquello por lo que prometes luchar. Si hay algo que no me parece coherente es, en todo caso, su relación con Jon Nieve.
¿La copa de Starbucks? Bueno...
10. ¿Y a ti? ¿Qué te ha parecido?
Déjame en comentarios qué escenas has disfrutado más, qué te esperabas y si te has quedado con ganas de algo más.
4 Comentarios
A mí me gustó el final. Mi crítica principal de la temporada fue la manera en que manejaron la amenaza del Rey Nocturno, el hecho de que todo se sintió algo apresurado, y la manera en que los personajes no dejaban de teletransportarse de un lado a otro por un reino tan grande :-D Lo demás, bien.
ResponderEliminar¡Estoy de acuerdo! De hecho, es lo más decepcionante de toda la serie... Una gran amenaza más fácil de matar que otros personajes vivos y mortales!! Demasiado tajante, ese final
EliminarEstoy de acuerdo contigo en prácticamente todo, menos en lo de Drogon. Creo que lo humanizan tanto que le quita dramatismo a la escena; quiero decir, al final no deja de ser una bestia, y como tal, no tiene tanto razonamiento como para llegar a pensamientos tan "elaborados". Por el resto, coincido contigo.
ResponderEliminarNo me había parado a pensarlo así, pero llevas razón. De hecho, Drogon muestra más humanidad que Daenerys...
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