Este 26 de marzo de 2019, Shawn Mendes ha vuelto a Barcelona para enamorar de nuevo al Palau Sant Jordi. Tan solo dos años atrás, llenaba el recinto para su primer concierto en Barcelona, y esta vez ha vuelto con más público, más garra y más sectores vendidos. Cada vez somos más los que no nos perdemos su directo. ¡Y menudo directo!
Para presentar su tercer trabajo discográfico, un elegante self-titled repleto de rosas en la carátula, Shawn pasará por un total de 97 conciertos que ocuparán todo su 2019. Además, el canadiense ha anunciado que dentro de poco añadirán fechas para Asia. Así pues, una gira con más de 100 conciertos para un chico de 20 años. Y los va a llenar todos.
Nada más entrar al recinto, se nos entrega una pulsera blanca con pilas que será clave durante el resto de concierto. Sincronizadas de alguna manera, todas ellas se iluminan de la misma forma, intensidad y color en todas y cada una de las veinte canciones.
Alessia Cara abre el espectáculo con once temas defendidos con una energía y carisma muy cautivadoras que ponen en pie al público. La espera se hace mucho más amena con alguien tan brillante en el escenario, y es que Alessia sabe cómo brillar. El Scars to Your Beautiful se corea y se disfruta en todo el recinto. Por un momento, parece que el espectáculo sea suyo y solo suyo. La seguridad con la que pisa el escenario y se dirige al público no dejan nada que desear.
Para cuando la hora de salida de Shawn se acerca, solo queda la rosa iluminada. La rosa, alzándose en mitad del Palau Sant Jordi, tan delicada y a la vez imponente, se hace protagonista del espectáculo. La última vez que Shawn llenó este recinto, lo hizo con un globo sobre el escenario secundario que adornó sus actuaciones, pero he de admitir que esta rosa, cumpliendo la misma función que el globo la anterior vez, ha impresionado y encajado mucho más. Al fin y al cabo, el CD que ha dado nombre a esta gira, Shawn Mendes, se podría representar perfectamente con esta flor.
Lost in Japan abre la hora y media de espectáculo que el canadiense regaló anoche a la ciudad de Barcelona. Por supuesto, todo el mundo recibe este tema de pie y, aunque no sea la primera vez que se escuchan, se vitorean todos los falsetes con los que Shawn se atreve. Si hay alguna diferencia entre esta gira y la pasada es, sin duda, la seguridad con la que prueba cosas nuevas que se han descubierto en este último álbum, siendo los falsetes y notas más arriesgadas las más destacables.
Por supuesto, el There's Nothing Holding Me Back se baila, canta y grita como si fuera la primera vez que la escuchamos en directo. Uno de los clásicos y que, de hecho, se encargó de empezar toda una gira dos años atrás.
Seguimos con Nervous, uno de los nuevos temas que, de nuevo, sorprenden por su falsete continuado en el estribillo, y qué bien defendido queda este tema. Seguido del clásico Stitches, su "I'll be needing stitches" gritado por las dieciséis mil personas presentes y su rosa parpadeante al ritmo de la música, el concierto continúa.
Shawn nos canta un poco del I Know What You Did Last Summer que comparte con Camila Cabello y salta directamente a Mutual.
Las luces están siempre cuidadas en los espectáculos de Shawn Mendes, y lo hemos podido vivir en Bad Reputation, un tema que suena oscuro y misterioso y que, dos años y una gira después, sigue siendo digno de mención. Si a nivel musical es buena, con una instrumental grave y rockera, desgarrada, a nivel escénico es impecable. Los pétalos de la rosa empiezan a parpadear, cada uno de ellos a su ritmo, al igual que todas nuestras pulseras, y nos mantienen alerta, esperando ese último toque con el que Shawn rompe el puente de la canción para entrar en el último estribillo. Y es que, cuando el "she's got a bad" resuena, pasamos de la oscuridad parpadeante a un blanco cegador. Rompemos, al igual que la canción, y volvemos a parpadear para un solo de guitarra que pone los pelos de punta. No creo que haya mejor actuación que esta.
Para contrastar la locura, nos recuerda su más dulce Never Be Alone. A piano, y con un único foco sobre él, nos damos cuenta de la gran variedad que nos deja disfrutar en cada uno de sus conciertos. Un paso tan abismal como hay entre estas dos canciones no suele darse tan natural como lo hace este chico. No choca el cambio, gusta. Tal vez esa sea la esencia de Shawn Mendes: un trato increíblemente bueno con el público, un repertorio variado y especial y mucho cuidado y mimo en los detalles.
El cambio de escenario es el único momento en el que no tenemos a Shawn con el micro en la mano, y es que no hay pausa en la hora y media de espectáculo, manteniendo la energía por las nubes y la emoción incluso más arriba, esa emoción que te hace hablar mucho y muy rápido en cuanto las luces se encienden y llega el momento de abandonar el recinto.
Su primer tema, Life of the Party, viene después de un pequeño mashup en el cual incluye A Little Too Much, entre otros. When You're Ready, Like to Be You y Ruin son otros temas que Shawn canta en el escenario secundario, bajo la rosa, para acercarse un poco más al público que disfruta del concierto desde el otro lado del Palau. En Like to Be You, canción compartida con Julia Michaels, el recinto se inunda de rosa. Con Ruin, volvemos a repetir una y otra vez el "Do I ever cross your mind?" que nos enseñó dos años atrás.
Ya de vuelta al escenario principal y listo para empezar ese último tercio de concierto, suena Treat You Better, conocida por todo presente. La siguen Particular Taste y Where Were You In the Morning? y, cómo no, una de las favoritas, Fallin' All In You, co-escrita con Ed Sheeran.
Con un discurso sobre la juventud, la libertad y el poder para cambiar el mundo, Mendes interpreta el Youth que comparte con Khalid, y todo el Palau Sant Jordi repite el "you can't take my youth away" en completo acuerdo.
Canta Why sentado en el escenario, devolviendo un poco de la paz que el tema anterior ha robado y se despide con un Mercy desgarrado que todo el mundo reconoce y corea.
El concierto termina con un encore de lo más especial. Aprovechando uno de los clásicos más versionados y emocionantes de Coldplay, Fix You, Shawn cautiva a todo el público al piano. Un estribillo más tarde, se suma In My Blood a la despedida del espectáculo. Lo cierto es que esas dos canciones unidas podrían ser un espectáculo por sí solas. Lo tiene todo: una increíble instrumental que reúne ambos temas, unas cuantas letras que Shawn hace cantar al público hasta que llega el momento de romper la canción y unos cañones con confeti y humo que se disparan en la caída de la canción que todo el mundo espera.
Y así, en el punto más épico de todo el concierto, la pulsera parpadea por última vez, la batería da un último toque, se escucha un último grito al unísono en el recinto y las luces se encienden. No nos vamos sin pedir "¡otra, otra!", pero llega la vuelta a la realidad. Eso sí, también llega la vuelta a la cuenta atrás para poder verle brillar de nuevo.
Sin duda, Shawn Mendes es uno de los artistas más entregados con su público, y uno de los que más presente tiene a la instrumental en sus conciertos. Raro es el tema que no cuente con un solo instrumental, y más raro todavía es que no se convierta en el momento más vitoreado de toda la canción.
Cerramos ese 26 de marzo de 2019 con ganas de más, con sus "te amo" y sus "muy bien" pitando en los oídos, encerrados junto a los miles de gritos que han resonado en el recinto, y con los pies destrozados de no parar de bailar y celebrar, una vez más, música en directo.
Podéis encontrar algunos vídeos y más fotos en Twitter.
Podéis encontrar algunos vídeos y más fotos en Twitter.
2 Comentarios
madre mia, este chico si que tiene pasión por la música. Que currado todo!! Me has dejado loca con las pulseras y la flor pero tiene que ser chulisimo vivirlo y que suerte que tu hayas podido ir a dos porque tiene que ser lo más. Ojalá ir a alguno!!
ResponderEliminarUn beso!!
Ainhoa de Infinity life
Holaaa
ResponderEliminarVengo de la iniciativa SEAMOS SEGUIDORES y encontré tu blog, ya te sigo. Ojalá me puedas seguir y así también nos vamos comentando
Un salud💕