SINOPSIS:
La familia Voss es todo menos normal. Viven en una iglesia reciclada, ahora llamada Dollar Voss. La madre, una vez enferma de cáncer, vive en el sótano, el padre está casado con la antigua enfermera de la madre, el pequeño medio hermano no tiene permitido hacer ni comer nada divertido, los hermanos mayores son irritantemente perfectos. Y después, está Merit.
Merit Voss colecciona trofeos que no ha ganado y secretos que su familia la obliga a guardar. Mientras busca su siguiente trofeo en una tienda de antigüedades, encuentra a Sagan. Su ingenio e idealismo la descolocan y encienden una chispa de vida en ella. Merit se encierra aún más en sí misma, observando a su familia desde un lado, cuando descubre un secreto que ningún trofeo en el mundo puede arreglar.
Cansada de las mentiras, Merit decide hacer pedazos la ilusión de familia feliz de la que nunca ha sido parte, antes de dejarlos atrás de una vez por todas. Cuando su plan de escape falla, Merit se ve obligada a lidiar con las consecuencias de decir la verdad y perder al único chico que ama
RESEÑA:
La
familia Voss es, cuanto menos, inestable. Con tan solo saber quién vive bajo el
mismo techo de una antigua iglesia te haces una idea del caos que rodea a esta
gran familia. Merit comparte casa con su gemela Honor, su hermano Utah, su
medio hermano Moby, su padre, la mujer de su padre y... su madre también. Y
algunas incorporaciones que se van añadiendo a lo largo de la novela.
Colleen Hoover nunca defrauda y siempre sorprende. No es la primera vez que empiezo una novela suya sin saber de qué trata, y definitivamente no va a ser la última. Eso de dejarme sin aliento y acelerarme el corazón como si yo fuera la protagonista de la historia lo consiguen pocos autores. Colleen Hoover es, para mí, *la* autora. Es increíble cómo nunca escribe dos veces la misma novela, nunca crea personajes idénticos. Y aun así, todos conservan su voz, la voz de Colleen Hoover que tanto adorna sus personajes. Tal vez los personajes de dicha autora son los que más he disfrutado en todos los libros que he leído. Me parecen fascinantes y tridimensionales, como si pudieran ser de mi vida real o incluso yo misma.
Without Merit no podía ser una excepción. Me ha
encantado. Me ha llegado, me ha emocionado, me ha hecho sentir, no querer
soltar el libro... Sus personajes, en especial Merit, me han llegado mucho.
Merit es una adolescente con una depresión importante, y el lector va
descubriéndolo junto a ella, lo cual me parece increíble. Empecé la novela,
como ya he dicho, sabiendo bien poco, así que me esperaba una protagonista
caótica, de esas que Colleen crea, pero no me esperaba el trastorno emocional
contra el que lucha, el que la hace única. La baja autoestima de Merit es algo
que, en un principio, puede parecer insignificante. Su desagrado hacia lo que
la rodea puede pasar como un simple dato para crear profundidad en un
personaje, pero es en realidad la punta de un iceberg que, poco a poco,
acabamos descubriendo por completo.
Lo que me parece digno de mención sobre Merit es su
colección de trofeos que no ha ganado. El toque original de la autora recae en
parte sobre esta extraña afición de la protagonista, en la que, con cada
desgracia, su colección aumenta. El otro aspecto original y artístico recae
sobre Sagan, el interés romántico de la historia. Este chico cuenta con más historia
de la que podemos imaginar en un principio y toca temas que no había visto
necesariamente utilizados en literatura New Adult... Su arte le hace especial.
Arte que no se entiende, arte para Merit, arte. Además, es un personaje de
diez. Me suelen gustar todos los personajes masculinos de Colleen Hoover porque
no caen en dinámicas desgastadas de la literatura, así que Sagan no iba a ser
una excepción. Además de su lado artístico, considero que también lo lidera un
lado sensato y sano, responsable. En ningún momento le vamos a ver anteponerse a sí
mismo sobre el problema de Merit, y creo que eso dice bastante sobre su
relación. Sé que ha sido tremendamente criticada, que esta novela no ha llegado
tanto, que muchos aspectos de la novela han sido tachados de incorrectos, pero
aquí estoy yo, animándoos a leer esta novela con la idea obvia de que la
literatura es ficción, además de que no encuentro ningún error dentro de esta.
No me parece que sea criticable por la relación entre los personajes, puesto
que la he visto muy bien encajada en la trama. No ha sido una relación que no
venga al cuento, no ha sido abusiva, no ha sido nada, de hecho. Ha sido algo
puro y bonito, en mi opinión, y no veo nada malo en la manera en la que se
desarrolla. Como ya he dicho, Sagan me parece un chico con unos buenos
valores.
Tal vez, lo que más valoro de esta novela es que el romance no toma las riendas de la trama, sino que podemos conocer la vida de una adolescente, lo que le pasa a lo largo de los días, lo que siente, cómo evoluciona. También conocemos secretos de la familia Voss, secretos que me dejaron bastante descolocada y asustada, secretos que daban sentido a la personalidad de Merit. Tampoco dejamos de ver dinámicas familiares, relaciones algo flojas entre hermanas, vínculos descubiertos y otros más bien rotos. El amor no hace sombra a ninguno de estos aspectos, y eso le da credibilidad y verdad a la historia.
La escena que da el nombre al título de la novela me tuvo con un nudo en el
estómago tremendamente enorme. Me temblaban los dedos, se me entelaba la vista,
se me rompía el corazón. Lo típico de Colleen Hoover: crear historias tan
reales que cuando las cosas se tuercen de manera irreversible, duele como si se
tratara de unx mismx. Me he sentido en la piel de Merit en cada momento y,
aunque es verdad que hay comportamientos e ideas que no son las que comparto
para nada, las he entendido todas. No olvidemos que Merit no deja de ser una
adolescente insegura en una familia sin pies ni cabeza, emocionalmente
inestable y psicológicamente quebrada. No olvidemos que, aunque en esta novela
haya ideales que no sean los que nosotrxs tenemos como lectorxs, no deja de ser
una descripción realista y cruda de la mente cuando unx no está bien, y
SOBRETODO, no deja de ser ficción. He leído muchísimas críticas hacia esta
novela y, aunque entiendo los motivos, entiendo mucho más los de la autora al
crear esta historia de esta manera exacta.
En conclusión, Without Merit me ha parecido otro éxito de Colleen Hoover, otra maravilla para añadir
en la estantería y otra obra en la que se expone un problema psicológico que,
por algún motivo, no deja de ser tratado como tabú. Estoy muy contenta de haber
leído esta novela y de haberla disfrutado como lo he hecho. Solo me queda
animaros a que lo hagáis también... y a ver si las editoriales se animan y
publican de una vez a esta autora. Por mucho que intente plasmar lo que me hace sentir, siempre siento que no hago justicia a su trabajo...
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