Es la noche del 30 de marzo de 2018 y el Palau Sant Jordi (Barcelona) abre sus puertas a la primera gira en solitario de Harry Styles. La gira para las que muchas esperaban desde el 2014, cuando One Direction actuó por última vez en el Estadi Olímpic de Barcelona antes de tomarse un descanso como grupo.
Me sorprendió que el recinto no estuviera totalmente lleno, y mucho más que el nivel superior de grada no estuviera ni disponible, pero los sectores que sí que estaban ocupados en su totalidad no defraudaron y llenaron el Palau Sant Jordi de luces y gritos como si estuviera completo en su máximo aforo.
En cuanto a organización, decir que nunca una cola de acceso al recinto o para comprar algun recuerdo de la noche en los puntos de venta de merchandising había sido tan rápida, y seguridad era de gran ayuda para encontrar tanto la cola como el sector una vez dentro.
El espectáculo empieza a las ocho con Mabel, telonera y encargada de alterar incluso más a las seguidoras ya preparadas para disfrutar de la velada. Con un repertorio digno de aplaudir y bailar, unas cuantas canciones propias y, por supuesto, una versión magnífica del "Fix You" de Coldplay, Mabel nos agradece y nos promete que volverá a pisar nuestra ciudad. Menuda diva ella, que con tan solo un par de músicos y coristas y medio escenario para entretenernos, consigue ponernos en pie o, como mínimo, movernos en la silla al ritmo de su música.
Acabada Mabel y con Harry Styles a punto de aparecer, tras un buen rato con las pantallas bajadas al nivel del escenario y proyectando unas imágenes de un cubo de Rubik, el estadio se percata de la presencia de Alfred García (finalista de Operación Triunfo 2017 y representante de España en Lisboa este Eurovisión) en el palco, y se desata la locura. Alfred, músico de los pies a la cabeza, no solo nos hizo gritar y saludar a su cámara, sino que demostró ser, una vez más, fiel seguidor y amante de la música, viviendo y saltando con cada canción que Harry nos regaló.
"Should we just search romantic commedies on Netflix and see what we find?", introrucción de "Woman", la canción más sexy y misteriosa del repertorio actuado, es lo primero que se escucha tras el apagado de luces. Se levantan las pantallas, empieza la música angelical de "Only Angel" y encontramos a un Harry Styles literalmente brillante sobre el escenario. La noche empieza fuerte con "Only Angel" y "Woman", pero cobra un aire acogedor con "Ever Since New York", puede que por el simple hecho de que el artista coge una guitarra y nos la toca él mismo, acompañado siempre de su banda (increíble banda, por cierto).
No duda en sacar su lado más carismático cuando nos dice "Bona nit, Barcelona", "T'estimo", "Bonita", "Gracias" y alguna otra palabra en castellano (lo primero que dijo a su audiencia fue un "Hola" que hizo estallar el Palau Sant Jordi en histeria, nervios y emoción). Como ya es conocido, este chico sabe comerse el escenario, sabe moverse, bailar, interactuar constantemente con el público... nacido literalmente para vivir en el escenario. Además, agradecido en todo momento y lanzando besos cada dos por tres, charlando con alguna fan valenciana, otra alemana... es prácticamente imposible no rendirse a los pies del artista que, literalmente, me plantó una sonrisa en la primera canción y todavía la mantengo. Una auténtica gozada asistir a un evento en el que el artista es tan entregado.
Hubo cambios de escenarios, caminando por un pasillo entre fans, dando las manos y las gracias, como siempre. Tan solo se cambió para interpretar dos temas, pero menudos los dos. El "If I could fly" de One Direction que consiguió arrancar lágrimas de las que vienen de hace ya años y el "Sweet Creature", una dulzura de balada acústica. Uno de los grandes momentos fue el final del "If I could fly", en el cual nos hizo cantar a capella una última vez ese estribillo emocionante. Al acabar, el silencio inundó el estadio el tiempo suficiente para poner la piel de gallina y suspirar. Nunca me cansaré de ese sonido tan característico del Palau Sant Jordi.
No solo removió su pasado en la banda para ese tema, sino que también nos dejó escuchar el "Stockholm Syndrome" que tan bien encaja con su propio estilo. Además, el "What makes you beautiful" que nos hizo saltar y bailar como nunca, él el primero. También aprovechó para dar voz al tema que escribió para Ariana Grande, "Just a little bit of your heart", el cual fue coreado por el público con luces rosas. No fue su única versión, pues uno de los encore fue nada más y nada menos que "The Chain" de Fleetwood Mac, tema increíblemente bien verisonado y acompañado por la banda y las luces.
Tras presentarnos nuevos temas como "Medicine" (con el cual se apagaron las luces haciéndonos creer que ya había acabado, solo para volver a encenderse con fuerza al ritmo de la percusión que volvió a subir para acompañar los últimos versos reales de la canción) y "Anna", así como temas ya conocidos "Two ghosts", "Meet me in the hallway", "Carolina" y demás, llegó la esperadísima y apoteósica joya del álbum: "Sign of the times". Realmente hay poco que decir sobre esta canción porque nada le haría justicia. Simplemente, felicitar de nuevo a la banda de músicos y músicas, en especial a la batería, por haber dado vida a un tema tan emocionante y con tantísima fuerza. Y el público, convertido en un mar de
Una especial mención a "From the dining table" es obligatoria, pues Harry con su guitarra calló al completo el recinto. No se escuchaba más que su voz y unos cuantos intentos de hacer callar a las pocas que se atrevían a romper el silencio. Siempre he pensado que el silencio del Palau Sant Jordi es magia.
Cerró la sesión con "Kiwi", con la cual nos desmelenamos absolutamente todos y cada uno de los presentes. ¿Y cómo no hacerlo? Brutal el juego de luces con los bajos, unos bajos impresionantes, marcados y que hacían vibrar y sentir la música en el pecho... simplemente brutal.
Siempre me pasa después de un buen concierto, y es que me pitan los oídos y los tengo llenos de un vacío que me hacen sentir muy, muy llena. Indesciptible lo que se vive e indescriptible todo lo bueno que es Harry Styles como artista y como persona, cómo ondea con orgullo la bandera gay, cómo nos habla como de persona a persona y no de ídolo a fan, cómo nos regala espectáculo y su risa más tierna cuando algo le llama la atención.
Muy satisfecha con la noche de ayer, con la actuación de Harry y su banda de músicos, el trabajo del equipo de sonido y de luces, la seguridad y la puntualidad... uno de los que no se van a olvidar y que, sin duda, nos ha dejado con ganas de segunda parte.
2 Comentarios
Hola.
ResponderEliminarQue envidia.
Me imagino la emoción y orgullosa que te sentiste.
Nunca pude ir a un concierto de ellos como grupo y hasta ahora tampoco como individual porque mi país no sale en las listas :(
No pierdo las esperanzas.
Saludos!!
Que envidia, primero al de OT y ahora al de Harry Styles jeje me alegro que lo disfrutarás mucho
ResponderEliminarUn beso!!
Ainhoa de Infinity life