Reseña: LLÁMAME POR TU NOMBRE de André Aciman.


Gracias a Alfaguara por el ejemplar.

SINOPSIS:


En una localidad de la costa de Italia, durante la década de los ochenta, la familia de Elio instauró la tradición de recibir en el verano a estudiantes o creadores jóvenes que, a cambio de alojamiento, ayudaran al cabeza de familia, catedrático, en sus compromisos culturales. Oliver es el elegido este verano, un joven escritor norteamericano que pronto excita la imaginación de Elio. Durante las siguientes semanas, los impulsos ocultos de obsesión y miedo, fascinación y deseo intensificarán su pasión. 


RESEÑA:


Llámame por tu nombre es una historia que conocí en la gran pantalla y a la que no he dudado en dar una oportunidad en su formato original: la novela de André Aciman. 
Si tuviera que definir a esta historia con una palabra, sería verano. 
Verano. 
El verano es el absoluto protagonista de esta historia. Tal vez sea más evidente en la película, con los sonidos y la fotografía ajustadas al deseo veraniego, pero el libro no se queda corto. Arrastra al lector hasta los años ochenta y le suelta en un pueblecito italiano de costa, cargado de arte y narrado desde el punto de vista de un hombre que recuerda su primer amor durante aquel verano. 
E l i o no tiene planeado enamorarse. Su verano se presenta como la nueva oportunidad para hacer música, leer e incluso forjar un vínculo especial con una de sus amigas en el pueblo. Pero Elio no contempla conocer a O l i v e r, el americano que llega a su casa para ponerla patas arriba con sus expresiones, sus camisas y sus manos. 
Creo que Elio está escrito desde una verdad muy personal, está muy bien construido, aunque narrado de una manera bastante injusta, bajo mi opinión. La historia se narra en pasado, desde el futuro en el que Elio nos cuenta cómo continúa su historia muchos años después. El problema que le he visto es la falta de inocencia y de inmadurez en algunos de sus pensamientos. Si nos cuenta la historia de Elio en aquel verano, quiero leerla desde la voz del Elio de aquel verano, no del Elio del futuro que conoce el desenlace. Le falta la magia de ser un adolescente enamorado por primera vez de quien menos se lo espera y de la forma que jamás había imaginado posible enamorarse. 


Las descripciones pueden hacerse largas e incluso pesadas en algunas ocasiones. Me hubiese gustado encontrarme más diálogos entre los personajes, más relación entre ellos que no entre ellos y su alrededor. Aun así, me parece muy interesante toda la cultura que hay entre las páginas, le da un toque que haría que este libro destacara entre muchos del mismo género. 
Me gustaría conocer mucho más de la historia, me atrevo incluso a pedir una segunda parte narrada desde el punto de vista de Oliver, pues su relación con Elio también le deja marca, y me encantaría conocerle más a fondo, saber qué pensaba él, qué sentía, qué sintió en el regreso a su tierra y qué sintió los años posteriores. 
Sin duda, y lo que más me ha gustado de la novela, tal vez por no formar parte de la película que me había condicionado la lectura desde el principio, es el final, el cual va mucho más allá de lo que nos enseñaron en su adaptación. Me parece maravilloso, justo para lo que el resto de historia merece, aunque también triste para lo que me hubiera gustado para los personajes. 
El final, junto a una conversación específica entre Elio y su padre, me emocionan más que el resto de novela. Tal vez sea por los sentimientos que se describen en esos fragmentos, lejos de ser párrafos cursis sobre la nostalgia, describiendo muy bien la sensación de haber perdido a alguien sin ser estrictamente necesario, de haber dejado cabos sin atar y de no saber cómo plasmar en pensamientos lógicos todo lo que pasa por la cabeza de Elio. La sensación de estar dejando ir algo importante que, como queda demostrado, marca de por vida a dos personas que, sin pensarlo y sin quererlo, se enamoraron un verano. 
Como ya he mencionado, la pluma del autor me ha parecido algo complicada en algunas descripciones, pero también en algunos diálogos en los que, si pierdes la más mínima atención, puedes llegar a perderte. Tal vez la narración de los hechos previos a la partida de Oliver sean los más espesos de leer y entender.
En cuanto a ambientación, creo que ha quedado todo dicho con la mención del verano como protagonista. Leer este libro es leer verano, amor, juventud, sensualidad, pérdida y la infinidad de emociones que se pueden sentir en un primer amor tan explosivo como el de Oliver y Elio. 
Llámame por tu nombre es una novela para leer bajo el sol, aunque no molesta leerla sobre las mantas, pues te transporta fácilmente al sol italiano en los primeros días de verano. Cuenta con una narración algo compleja y peculiar, unos personajes reales con los que es fácil conectar y un romance que es capaz de hacer soñar al lector. 

PUNTUACIÓN:


1 Comentarios

  1. ¡Hola! Yo también reseñé este libro en mi blog el año pasado, y estoy de acuerdo en muchas cosas de las que dices pero no en todas. Cuando dices "Le falta la magia de ser un adolescente enamorado por primera vez de quien menos se lo espera y de la forma que jamás había imaginado posible enamorarse" no estoy de acuerdo, en el sentido de que esto es precisamente de lo que trata la obra (desde mi punto de vista). Sí que es cierto que al contarlo desde el futuro, él ya sabe el desenlace, pero creo que cuenta su historia desde el punto de vista de un adolescente perdido (de amor) con todo lo que esto conlleva. Si lo contase de una forma más adulta o seria, no haría muchas de las reflexiones que hace a lo largo de la obra, muy pasionales.

    De todas formas, me alegro mucho de que lo leyeses y que te gustase. ¡Saludos!

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